El nuevo servicio fue entregado recientemente luego de un trabajo articulado entre el hospital y la agrupación de Damas Hebreas de Cali. Además, del apoyo de diversas fundaciones, empresas y donantes internacionales comprometidos con el bienestar de la infancia.
La nueva unidad, ubicada en el quinto piso del HUV, cuenta con 340 metros cuadrados construidos y está equipada con 13 habitaciones individuales, una de ellas para aislamiento.
También, una estación de enfermería, recepción, cafetín y el “cuarto lila”. Un espacio diseñado para ofrecer acompañamiento digno y humanizado a los pacientes en etapa terminal y sus familias.
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Cada habitación fue dotada con televisores y sillas reclinomáticas para mayor confort, pensando no solo en los pacientes, sino también en quienes los acompañan durante su proceso de recuperación.
Tecnología y talento humano al servicio de la vida
La UCI Ana Frank fue equipada con tecnología de punta, incluyendo seis ventiladores Nihon Kohden, 13 monitores, carro de paro, sistema de monitoreo central, 11 camas Hill-Rom y dos cunas.
Además, contará con un equipo de profesionales de salud especializados en cuidados intensivos pediátricos. Dispuestos a brindar atención de alta calidad con un enfoque cálido y humano.
El proyecto, que se desarrolló durante 12 meses, fue financiado con una inversión cercana a los 3.000 millones de pesos en obra civil, equipos médicos y dotación.
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Esta labor fue posible gracias al respaldo de organizaciones como la Fundación Maestro Cares, el Grupo Trusot, las familias Saragovia y Gilinski, la comunidad judía de Cali, los Amigos de la Sala Ana Frank en Estados Unidos, entre otros aliados que se sumaron a esta causa.
La entrega de esta unidad se da en un contexto nacional complejo:
Más de 250 servicios de pediatría y ginecología han cerrado entre 2020 y 2025 en el país.
Frente a esa realidad, el HUV y sus aliados decidieron actuar, construyendo un espacio que no solo responde a necesidades médicas. Sino que también simboliza esperanza y compromiso social.
El nombre Ana Frank, ícono de resiliencia en medio de la adversidad, da identidad a esta unidad que busca acompañar a los más pequeños en sus batallas por la vida, con dignidad, tecnología y compasión.
Con esta inauguración, el Hospital Universitario del Valle reafirma su liderazgo como referente regional en salud. Y demuestra que, a través de la colaboración entre sociedad civil, voluntariado y sector público, es posible transformar la realidad de cientos de niños y niñas que hoy cuentan con un lugar más seguro para sanar.
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