Uno siente que lo están dejando a la deriva, que ya no quieren saber nada de uno, pero es al contrario. Yo decía que me vinieron a tirar a un basurero, ¿no? Pero ya uno siendo más consciente entiende que no lo quieren ver en un basurero”. Así recuerda un joven de una fundación de rehabilitación en Cali el momento en que fue internado contra su voluntad.
Únete a nuestro canal de WhatsApp
En Colombia, la edad promedio de inicio en el consumo de sustancias psicoactivas es de 13,7 años, según el Ministerio de Justicia. Una cifra que alerta sobre la vulnerabilidad temprana de nuestros adolescentes.
Un problema de salud pública
Cifras del ICBF revelan que hasta 2024, el 9,4% de los adolescentes entre 12 y 17 años han consumido alguna sustancia ilícita al menos una vez en su vida. Y en ciudades como Cali, se reportan entre 4.500 y 5.000 atenciones anuales por consumo, según la Secretaría de Salud municipal.
Sin embargo, detrás de cada número hay historias. Jóvenes que comenzaron a consumir desde los 11, 13 o 14 años, muchas veces por presión de amigos, por escapar de traumas o por falta de atención emocional. Algunos lo hicieron por “pasarla bien”, pero terminaron atrapados en un ciclo de dolor, soledad y calle.
Lea también: Olvidados en la vejez: la dura realidad del adulto mayor en Cali
Barreras para salir del consumo
Desde la terapia se reconoce que el mal manejo emocional, la desinformación y la falta de recursos económicos son las principales barreras para acceder a tratamientos. “Hay mitos como que tienen que tener fuerza de voluntad o que las instituciones los van a maltratar. Muchos no buscan ayuda por miedo o porque no saben que la necesitan”, advierten expertos.
¿Qué está haciendo el Estado?
Desde la institucionalidad se han creado estrategias como los Servicios Amigables para Jóvenes y programas intersectoriales enfocados en ocupar el tiempo libre con arte, cultura y deporte. Sin embargo, aún hay mucho por hacer.
“Ya no quiero estar a las costillas de mi mamá, quiero devolverle todo lo que en algún momento le quité”.
Expresa uno de los jóvenes en rehabilitación, quien hoy busca reconstruir su vida.
¿Necesita ayuda?
Si usted o alguien cercano enfrenta una situación similar, puede comunicarse de manera gratuita a la Línea 106, un servicio de la Gobernación del Valle del Cauca para apoyo en salud mental. Porque siempre hay alguien dispuesto a escuchar.
Redactado por Sara Pinto, estudiante del Taller 90 Minutos – UAO .
Sigue nuestras redes sociales: