La intensificación de flujos migratorios puede sobrecargar el sistema sanitario. Le ocurre a Colombia, que se enfrenta a una grave crisis de refugio: según datos de la Cancillería (Ministerio de Relaciones Exteriores) del país, hay 29.500 solicitudes totales pendientes de resolución, en su mayoría venezolanos. Los expedientes han pasado de los 625 en 2017 a los 10.220 en 2023. Amnistía Internacional, Refugiados Unidos y el Servicio Jesuita a Refugiados alertaron de la evolución en un comunicado conjunto que emitieron en junio de 2025.
El Proyecto de Apoyo Integral al Sistema de Salud (PAISS) nace como respuesta a esa deriva; para ofrecer soporte, amparo y colaboración. Su propósito es fortalecer las capacidades del sector salud y garantizar el acceso a servicios para población migrante y comunidades de acogida, especialmente en territorios afectados por la llegada de población venezolana y por el impacto de la pandemia. En él se suman las fuerzas del Ministerio de Salud y Protección Social de Colombia con el apoyo de la Unión Europea (UE), la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Los servicios más demandados son la atención a mujeres gestantes, a niños, niñas, adolescentes, a violencias basadas en género y el acceso a la atención en salud mental
Liliana Andrade, coordinadora del proyecto PAISS
La coordinadora general del proyecto, Liliana Andrade, explica que han logrado mitigar las vulnerabilidades de la población desplazada en Colombia a través de cuatro áreas de actuación: favorecer su afiliación al Sistema General de Seguridad, fortalecer las capacidades de la población migrante y del talento humano en salud de las direcciones territoriales y facilitar el acceso a los servicios de salud de forma gratuita para la población migrante irregular.
“Los servicios más demandados son la atención a mujeres gestantes, a niños, niñas, adolescentes, a violencias basadas en género y el acceso a la atención en salud mental”, apunta Andrade. En total, hasta octubre de 2025 se han prestado 121.857 atenciones, de las que 7.517 correspondieron a mujeres gestantes y 5.538 a niñas y niños.
Intervenir donde más se necesita
La intervención abarca 27 departamentos de Colombia, con énfasis en seis territorios que concentran la mayor cantidad de población migrante: Norte de Santander, La Guajira, Cundinamarca, Atlántico, Arauca y Bolívar. Estos puntos clave representan desafíos estructurales en acceso a servicios de salud, capacidad institucional y presencia estatal.
Entre los avances, se ha conseguido un impacto medible de la cooperación europea: se plasma, entre otras medidas, en el acceso a servicios de salud y afiliación de 5.250 personas (mayoría población migrante venezolana) atendidas durante 22 jornadas de regularización y afiliación. Sirvieron para reducir barreras y acercar servicios esenciales.
En las 14 redes comunitarias de salud consolidadas han contado con la participación de 5.654 personas (venezolanas y comunidades de acogida)
Paralelamente, se han reforzado las instituciones. Se han capacitado 19 Secretarías de Salud departamentales en gestión territorial de salud, planeación, intervenciones colectivas, estrategias para reducción de mortalidad materna y formación técnica del talento humano en salud. En este último punto, los profesionales se han formado en diversas áreas: 296 profesionales en anticoncepción, 273 profesionales en manejo de emergencias obstétricas, y 334 profesionales en atención integral a gestantes, niños y niñas. Además del personal, se han reforzado 14 hospitales con la donación de insumos médicos. Entre ellos, kits para emergencias obstétricas, de valoración integral para infancia y adolescencia y 1.588 métodos anticonceptivos de larga duración entregados a mujeres vulnerables, en su mayoría migrantes.
Las comunidades se han visto beneficiadas por estos impulsos. Por ejemplo, en las 14 redes comunitarias de salud consolidadas han contado con la participación de 5.654 personas (venezolanas y comunidades de acogida). Sus actuaciones fomentan el empoderamiento, el liderazgo comunitario y el acceso a derechos en salud.
PAISS trata de ser un ejemplo de cómo la cooperación internacional puede transformar realidades en territorios vulnerables. Financiado a través del mecanismo LAIF (Facilidad de Inversiones para América Latina, por sus siglas en inglés) con más de 15 millones (14 millones de ellos, de la UE), es una intervención que demuestra que la solidaridad global es motor de protección, inclusión y dignidad humana. El esfuerzo financiero refleja la confianza y la prioridad que Europa otorga a América Latina como socio estratégico. En un momento de crisis simultáneas, este proyecto desvela que la solidaridad sigue siendo efectiva. Y endereza y salva vidas.
