El destino de la reforma laboral del Gobierno de Gustavo Petro ha quedado en manos de la congresista del Partido Verde Angélica Lozano y de la comisión cuarta del Senado, que ella preside. La decisión se da después de que la plenaria reviviera este miércoles, por medio de una apelación, el proyecto de ley que se hundió en la comisión séptima en marzo. Las normas del Congreso establecen que si la apelación es positiva, se debe enviar el articulado a una comisión distinta a la que decidió archivarlo, para que reanude allí su trámite legislativo. En este caso, el presidente del Senado, el conservador Efraín Cepeda, anunció que el proyecto tendrá su tercer debate en la comisión cuarta y después deberá aprobarse en la plenaria, todo antes del 20 de junio. El tiempo está apretado, pero la senadora confía en que si se llega a un acuerdo entre el Gobierno, la oposición y los sectores independientes, y si se logra un equilibrio entre los derechos de los trabajadores y las obligaciones de los empresarios, la reforma puede avanzar sin tropiezos y ser ley de la república en la segunda mitad de este año.
Angélica Lozano tuvo un rol determinante en la resurrección de la reforma laboral y en el hundimiento de la consulta popular. Este protagonismo doble e inesperado la ha puesto de nuevo en el ojo de la opinión pública. Firmó uno de los informes positivos de apelación, en defensa del proyecto de ley, y durante la discusión en la plenaria convenció a varios sectores para que revivieran la reforma. “Esta segunda oportunidad para la reforma representa una posibilidad de construir un proyecto que beneficie a los colombianos”, dijo en la plenaria. “Es probable aprobar la reforma laboral en tercer y cuarto debate, tenemos 38 días”, añadió. Minutos después de su victoria en la apelación, y cuando el Senado se disponía a votar la consulta popular del Gobierno, se salió del recinto. Su ausencia fue clave para la derrota de la consulta popular, que terminó en medio de insultos, violencia y acusaciones de fraude, con 49 votos por el no y 47 por el sí.
Por eso, el presidente Gustavo Petro le envió un fuerte mensaje en su cuenta de X. “La gran pregunta que me hago es si Angélica Lozano abandonó la plenaria y no votó, solo calculando entonces que vendría a ser ella la que podría aprobar la reforma por ley sin pueblo”, escribió Petro desde China. El presidente continuó con los ataques: “Muy triste, necesitaron un senador convicto que liberaron para votar contra el pueblo y una senadora pensando en protagonismos y que por eso no fue a votar; así quisieron negar la decisión del pueblo”.
Petro se refería al Senador del Centro Democrático Ciro Ramírez, que salió de la cárcel en medio de una investigación por corrupción, y a Angélica Lozano. El mensaje del presidente era en respuesta a una publicación de ella, en la que celebraba la resurrección de la reforma: “Con consenso y con el gobierno a bordo, se aprobó la apelación de la reforma laboral. Tenemos 38 días para dar este debate. La ciudadanía exige recuperar y garantizar sus derechos laborales. Manos a la obra: el país entero mira al Senado”.
A un año de las elecciones, es lógico que los señalamientos de protagonismo u oportunismo político empiecen a agitar el debate público. La senadora del partido verde es esposa Claudia López, exalcaldesa de Bogotá y candidata a la presidencia en 2026. Desde hace tiempo, López y Petro libran una terrible batalla que hace improbable cualquier alianza o cercanía para las elecciones. Desde ese ángulo, cobra sentido la acusación de que Lozano quiera ser la abanderada de los derechos de los trabajadores, y al tiempo impedirle a Petro la realización de una consulta que le permitía al jefe de Estado adelantar varios meses la campaña. Lozano tiene claro que del avance y la aprobación de la reforma laboral depende que el presidente Petro tenga o no la legitimidad para insistir en presentar de nuevo una consulta popular.
Lozano se ha puesto manos a la obra. En la mañana de este jueves citó a los 15 senadores que integran la célula legislativa para definir los ponentes y el cronograma de discusión del proyecto de ley. La comisión la conforman Aida Avella, del Pacto Histórico; Paulino Riascos, de ADA; Liliana Benavides y Samy Merheg, del Partido Conservador; Jhon Besaile yJuan Felipe Lemus, de la U; Enrique Cabrales y Carlos Meisel, del Centro Democrático; Carlos Daza y Carlos Jiménez, de Cambio Radical; Laura Fortich, Jhon Jairo Roldán y Claudia Pérez del Partido Liberal; Richard Fuelantala, de la curul indígena; y la propia Lozano, del Verde.
Aunque en la comisión no hay mayoría del Gobierno, es probable que con el antecedente y el fantasma de la consulta popular se lleguen a algunos acuerdos mínimos para que el proyecto avance. En particular, se ha hablado de sacar adelante dos de los puntos claves de la reforma que se incluían en las preguntas de la consulta popular que propuso Petro: una para la ampliación de las horas extras en la jornada nocturna, y otra para el aumento en el pago extra por el trabajo en dominicales y festivos. En esos dos asuntos es probable que haya coincidencias entre todos los sectores.
Lozano escogió un ponente de cada partido para garantizar la pluralidad de voces, como lo pide la norma del Senado, y estableció que la primera audiencia pública de la reforma se hará este lunes. “Hace más de 20 años, en el gobierno de Uribe, les quitaron a los colombianos el recargo pleno del dominical y festivo, y cambió el nocturno. Eso hay que recuperarlo”, escribió en su cuenta de X.
Si bien el Gobierno de Gustavo Petro no quería que le hundieran la consulta popular, ni que se aprobara la apelación, no piensa soltar el protagonismo de su resucitada reforma laboral. Después del anuncio de los ponentes, el Ejecutivo le envió al Congreso un mensaje de urgencia e insistencia para que le de prioridad a la reforma. El documento firmado por los ministros de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo; Interior, Armando Benedetti; y de Trabajo, Antonio Sanguino, establece que el proyecto de ley se debe discutir de primeras en todas las sesiones de la comisión en la que esté.
“La reforma laboral impulsada por el Gobierno busca modernizar las relaciones laborales en Colombia, garantizando una mayor protección de los derechos de los trabajadores y promoviendo condiciones más dignas y equitativas en el empleo”, se lee en el mensaje de urgencia. Lozano y sus compañeros de la comisión cuarta saben que el país está pendiente de sus debates y de sus decisiones. Tienen una valiosa oportunidad para devolverle al Congreso algo de la credibilidad que han perdido ante los trabajadores, pero también el riesgo de perderla por completo.