Mientras en la noche de este martes se debatían en la plenaria del Senado los argumentos a favor y en contra de la consulta popular propuesta por el Gobierno de Gustavo Petro, en los pasillos del recinto tomaba fuerza la idea de revivir la reforma laboral que se hundió en la Comisión Séptima el pasado marzo. La estrategia consiste en votar positivo un informe presentado por el senador Fabián Díaz, del partido Verde, que apelaría el hundimiento del proyecto de ley. Con esto, la consulta popular “perdería fuerza y razón de ser”, aseguran varios de los parlamentarios que impulsan la apelación. El motivo, insisten, es que la consulta popular, a la que el Gobierno le ha apostado todo su capital político, ya no sería necesaria porque el Congreso podría revivir, discutir y aprobar la reforma laboral original mucho más rápido y sin costos adicionales.
La senadora Angélica Lozano, también del Partido Verde, es una de las que propone la apelación como el camino más corto para mejorar las condiciones de los trabajadores. “¿De verdad quieren garantizar los derechos laborales? Pues aprueben la apelación de la reforma laboral: eso nos da 38 días para aprobarla en tercer y cuarto debate”, dijo Lozano durante la plenaria. Y añadió: “¿O lo que quieren es hacer campaña con plata pública? Sinceridad, no jueguen con los mecanismos de participación ciudadana”. Lozano insiste en que, si resucita la reforma, la consulta popular no tendría sentido, pues fue a raíz de su hundimiento que el presidente Petro decidió presentarla.
Las normas del Congreso establecen que si la plenaria del Senado o de la Cámara de Representantes aprueban la apelación del hundimiento de un proyecto de ley, lo que corresponde es enviar el articulado a una comisión distinta a la que decidió archivarlo. En ese caso, si la mayoría de senadores decide acompañar la apelación, la reforma laboral del Gobierno debería comenzar de nuevo su tercer debate en la comisión que la mesa directiva establezca. “Eso permitiría que en junio de este año el país tenga actualizada la ley laboral”, insiste Lozano.
El Partido de la U, que tiene 10 senadores y juega un rol decisivo en el futuro de la consulta popular, emitió durante el debate un comunicado público en el que anuncia que votará a favor de la apelación de la reforma. Esto último, “con el objetivo de que esta iniciativa tenga una nueva oportunidad de un debate amplio, constructivo y democrático”, dice el documento. La bancada, que está divida frente a apoyar o no la consulta popular, instó al resto de partidos a apoyar este camino, que sin duda se le atraviesa al Gobierno.
Si bien revivir la reforma laboral es una forma de reconocer su importancia, y admitir un ‘mea culpa’ por haberla hundido en febrero, los ministros del Interior, Armando Benedetti, y de Trabajo, Antonio Sanguino, se opusieron a la apelación y criticaron el hecho de que se haya esperado hasta este momento para tramitarla. “Si se revive la reforma laboral con la apelación no dan los tiempos. Hoy esa iniciativa está hundida y es una burla ¿Diez semanas después es que van a tomar la decisión? ¿Eso es serio?“, escribió Benedettí en su cuenta de X. Durante la plenaria el ministro amplió sus argumentos: ”Si hoy o mañana se vota esa apelación, iría a la comisión y mientras nombran ponentes, ahí ya van dos semanas. Entonces, en tres semanas habría que debatir en comisión o en plenaria y no habría tiempo [para votar]. Y la ley muere el 20 de junio. No dan los tiempos, ni si se discute en extras”, dijo.
Sanguino también criticó la estrategia, que poco a poco ha ido sumando apoyos en distintas bancadas. ”Ahora algunos buscan la apelación para frenar tanto la reforma como la consulta. ¡No lo permitiremos! Vamos a defender el derecho del pueblo colombiano a expresarse en las urnas”, dijo Sanguino en el Congreso.
Varios senadores del Partido Liberal también han dicho que apoyaran la apelación, otra de las coaliciones claves para el Gobierno, sobre todo después de que el presidente de los liberales, César Gaviria, pidió no apoyar la consulta. Durante el debate, el senador Guido Echeverry, del partido Alianza Social Independiente (ASI), también se sumó a la idea de revivir el proyecto de ley para evitar la consulta, confiando en que el tiempo sería suficiente para aprobarlo.
El conservador Efraín Cepeda, presidente del Senado, anunció que las preposiciones de la apelación se radicaron el lunes, se anunciaron en la noche del martes y se votarán el miércoles. La pregunta, ahora, es si modificaran el orden del día el miércoles para que la votación de la apelación sea antes que la votación de la consulta. Esa decisión podrá definir el futuro de la consulta popular del Gobierno y sobre todo el destino político del presidente Gustavo Petro.