La vida de Andrés Calle (Montelíbano, Córdoba, 33 años) cambió radicalmente en pocos meses. En agosto de 2023, el joven congresista liberal fue elegido por sus colegas como presidente de la Cámara de Representantes, uno de los cargos más poderosos de la política colombiana. Esta semana, sin embargo, la Corte Suprema de Justicia ordenó su captura por su presunta participación el caso de corrupción en la Unidad Nacional de Riesgos y Desastres (UNGRD). El alto tribunal investiga si Calle recibió un multimillonario soborno de parte del Gobierno, y con dinero público, a cambio de apoyar las reformas sociales del presidente Gustavo Petro. El viernes, fue trasladado a la cárcel La Picota, en el sur de Bogotá. La mayoría de los magistrados determinó que Calle deberá defenderse del proceso tras las rejas y sin poder ejercer como congresista.
De acuerdo con los testimonios de Olmedo López, exdirector de la entidad encargada de enfrentar los desastres naturales en el país, y de Sneyder Pinilla, su subdirector del área de desastres de la entidad, Calle recibió 1.000 millones de pesos (250.000 dólares) en efectivo en octubre de 2023 para agilizar los trámites legislativos de las reformas laboral, pensional y a la salud. La justicia investiga si usó ese dinero, apropiado ilegalmente del Estado, para financiar dos campañas electorales. Ese mes su padre, Gabriel Calle Demoya, ganó a la alcaldía de Montelíbano con 19.210 votos, el 46,49% del total. Repetía así un cargo que ya había ocupado entre 2012 y 2015, tras ser diputado departamental y dos veces concejal. El hermano del congresista, Gabriel Enrique Calle, fracasó en el intento de llegar a la gobernación de Córdoba. Habría sido un paso más en la construcción de una dinastía política encabezada por Calle Demoya y de origen liberal pero totalmente alineada con el Gobierno de Gustavo Petro.
El subdirector Pinilla confesó ante la justicia que él se encontró con Andrés Calle en su apartamento de Montería, la capital departamental, para entregarle una maleta con el dinero. En una declaración a medios de comunicación de hace varios meses, explicó que llevaba fajos de billetes de 50.000 y 100.000 pesos: “Él vive en el edificio K62, en Montería, eso nunca se me va a olvidar. Yo mismo le entrego a él, me espera su esquema de seguridad. Llego a un ascensor, subo al apartamento, y en el apartamento le hago entrega del dinero y me voy”. Pinilla también entregó a la justicia una serie de chats con Calle que probarían el encuentro. “Un sitio. Algo reservado, por favor”, pedía en ellos el entonces funcionario. Calle ofreció su apartamento.
Cuando el escándalo estalló, el congresista negó tanto haber recibido el dinero como haber beneficiado al Ejecutivo en el trámite de las reformas en la Cámara. “Quiero dejar claro que no he tenido relación alguna con dicho contrato, ni con ninguna otra actividad similar. Es por esto que solicito a las autoridades que actúen con celeridad en este asunto, pero a la vez con total objetividad para que no se desvíe la atención con incriminaciones infundadas”, se lee en el documento difundido en su cuenta de X. Sin embargo, bajo su presidencia el Gobierno logró una de sus mayores victorias legislativas, la aprobación definitiva de su reforma pensional. En la plenaria de la Cámara, dirigida por el congresista liberal, las reformas a la salud y la laboral también obtuvieron las mayorías necesarias para pasar al Senado. Otros proyectos del Petro recibieron el respaldo de Calle con su voto, con sus intervenciones y el apoyo logístico en la plenaria de la Cámara. Sin duda, fue un operador muy efectivo para los intereses del Ejecutivo.
No se trataba eso, sí, de algo nuevo. Desde antes de octubre de 2023, incluso antes de presidir la Cámara, el joven representante era ya el liberal más cercano a Petro. En las campañas legislativa y presidencial de 2022, él y su familia anunciaron su apoyo incondicional a Gustavo Petro, pese a que la decisión de Cesar Gaviria, jefe de su partido, había sido la opuesta. Hicieron campaña juntos, su hermano Gabriel gerenciaba en el departamento la campaña “Petro presidente”, el candidato a primer mandatario pedía en la plaza pública a sus seguidores que votaran por el liberal.
Un solo caso demuestra la cercanía. En febrero de 2022, Petro visitó Montelíbano. En una tarima instalada sobre una cancha de fútbol repleta de votantes, recibió el apoyo de la directiva liberal del municipio. Gabriel Calle Aguas dio la declaratoria pública de respaldo. “El pueblo liberal nos hace entrega de sus banderas”, publicó Petro en su cuenta de X. A su lado se ve a Gabriel, quien luce una camiseta alusiva a la campaña de reelección de Andrés al Congreso. Era un aviso: la familia Calle, de a poco, comenzaba a acomodarse en el sector petrista del liberalismo. “Creo que la obsesión más grande que tenemos como país es asegurar condiciones de justicia social. Para esto se requieren reformas de salud, laboral y pensional” decía el congresista en noviembre una entrevista en noviembre de 2023. Se trataba de una clara defensa de las banderas del presidente.
Su carrera política comenzó a los 26 años. El abogado y politólogo de la Universidad Pontificia Bolivariana, con una especialización en Contratación Estatal de la Universidad Externado, fue elegido por primera vez como representante a la Cámara por el departamento de Córdoba en 2018. Investigaciones periodísticas han vinculado a los Calle con la extracción ilegal de arenas de un río de la zona. Por esta y otras pesquisas había sido amenazado el periodista Rafael Moreno, quien murió baleado por un sicario en octubre de 2022.