El pasado 24 de noviembre marcó un hito para el suroccidente colombiano: la creación oficial de la Área Metropolitana del Suroccidente (AMSO), conformada por Cali, Jamundí (Valle del Cauca) y Puerto Tejada (Cauca), tras una consulta ciudadana que le dio luz verde a esta nueva forma de asociatividad territorial.
Esta figura de integración fue aprobada gracias al voto de miles de ciudadanos que decidieron unir esfuerzos en torno a temas comunes que afectan su cotidianidad.
Pero, ¿qué significa realmente que ahora exista esta área metropolitana? ¿Qué cambia y qué se espera?
Un modelo que ya se aplica en otras regiones del país
Actualmente, Colombia cuenta con siete áreas metropolitanas, siendo la del suroccidente la más reciente.
En este caso, Cali actúa como ciudad núcleo, liderando una integración estratégica con Jamundí y Puerto Tejada.
Municipios como Palmira, Candelaria, Dagua y Villa Rica también fueron convocados a participar, pero sus ciudadanos decidieron no sumarse por ahora.
Sin embargo, Arias aclara que esto no es definitivo: “no significa que no puedan conformar posteriormente en un futuro esta área metropolitana”, asegura.

¿Qué ventajas trae este modelo de unión regional?
De acuerdo con la experta, el enfoque metropolitano le apuesta a una planificación moderna y sostenible, basada en soluciones compartidas para problemas comunes.
“Hay muchísimos ejemplos globalmente, la sostenibilidad de las ciudades y su forma de planificación moderna es precisamente a través de esta gobernanza metropolitana, es la mejor manera de gestionar los recursos, poder desarrollar grandes proyectos macro”, explica.
Por eso, la AMSO ya identificó tres prioridades inmediatas en su agenda conjunta:
- Salud: Garantizar servicios públicos dignos y responder a la crisis del sistema.
- Seguridad: Enfrentar el crecimiento de la violencia y devolver la tranquilidad a la ciudadanía.
- Movilidad: Diseñar un sistema de transporte integrado entre municipios, con beneficios tarifarios, mejor conectividad y mayor acceso para estudiantes y trabajadores.
“La integración tarifaria que es lo que le permite a la ciudadanía de tener un valor para los municipios involucrados y que haya más posibilidades para los estudiantes por el tema del acceso a la educación y por supuesto a los puestos laborales”. Mildred Arias, abogada experta en gobernanza urbana
Ciudadanía activa, eje clave del proceso
Más allá del trabajo técnico que deben liderar los mandatarios locales, la abogada recalca que la participación ciudadana es esencial para que la AMSO funcione con transparencia y eficiencia.
“Como ciudadanos tenemos el deber y la obligación de estar muy pendientes de nuestros recursos públicos y hacer veeduría de ello”, explica.
Además, la vigilancia sobre el uso de los recursos públicos será un deber compartido por todos los habitantes del área.
Una alianza que rompe fronteras departamentales
Uno de los aspectos más innovadores de esta iniciativa es su alcance interdepartamental: es la única área metropolitana del país que une municipios de dos departamentos diferentes, lo que la convierte en un modelo único y con gran potencial de gestión ante organismos nacionales e internacionales.
“Esta parte geográfica del norte del Cauca y el sur el Valle del Cauca tienen un potencial gigante y en ese sentido el desarrollo económico y social va a ser muy positivo para los años venideros”, puntualizó la experta.
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