El presidente Gustavo Petro enfrenta esta semana una prueba de fuego para su Gobierno y su futuro político. El martes el Senado de la República comienza a discutir si aprueba o no la realización de la consulta popular propuesta por el Ejecutivo, con 12 preguntas, para mejorar los derechos de millones de trabajadores. La votación definitiva será el miércoles. Con una victoria en la plenaria, Petro tendrá luz verde para comenzar anticipadamente la campaña electoral de las elecciones de 2026 y, además, podrá consolidar como propia la bandera de la defensa de los derechos laborales que ha tenido buena acogida en la opinión pública. Pero, con una derrota, el presidente perdería la oportunidad de canalizar recursos y esfuerzos para impulsar una de sus grandes promesas de campaña. O Petro logra un respiro para la recta final de su campaña, o se desinfla definitivamente. No habrá ambigüedades.
Esto ocurrirá en el Congreso mientras Petro está en un viaje de comercio exterior en China para definir si Colombia se une a la ruta de la seda. El encargado de todo el trámite legislativo será el ministro del Interior, Armando Benedetti, quien confesó este lunes en una entrevista en Caracol Radio que “está asustado” por el resultado de la votación de la consulta. “Esta semana me toca sumar y contar”, dijo Benedetti, pero insistió en que cree que el Gobierno tiene los votos necesarios. “Soy optimista de que la consulta pase, ¿cómo le van a negar esa facultad al pueblo?”, añadió.
El miedo del veterano ministro, quien hoy tiene el control en la Casa de Nariño, se debe a que aún no están seguros los votos que requiere este mecanismo de participación ciudadana para ser aprobado. El ambiente en el Congreso está tenso por la reciente captura del expresidente del Senado, Iván Name, y del expresidente de la Cámara de Representantes, Andrés Calle, por su presunta participación en el caso de corrupción de la Unidad de Gestión de Riesgos y Desastres (UNGRD). Se les acusa de haber recibido sobornos multimillonarios para apoyar las reformas de Petro.
En medio del escándalo, el Gobierno ha intentado conseguir los votos de sectores que aún no definen su postura frente a la consulta, sobre todo del Partido Liberal (13 senadores) y del Partido de la U (10 senadores). Con respecto a los liberales, parece haber un avance importante. Este fin de semana se oficializó la llegada de Diana Marcela Morales como nueva ministra de Comercio, quien tiene el respaldo de un sector del Partido Liberal, y era hasta este momento la secretaría de la Comisión Cuarta de la Cámara de Representantes, un cargo que otorga poder en los trámites legislativos y relaciones con congresistas de distintas bancadas. El nombramiento puede ser clave para inclinar la balanza en una votación que seguramente será muy estrecha.
Sin embargo, el expresidente César Gaviria, jefe único de la colectividad Liberal, emitió el mismo fin de semana un comunicado en el que rechaza la consulta y asegura que Morales no representa la posición de su partido. La consulta popular de Petro, dijo, “es un despilfarro inadmisible en medio de la crisis fiscal que atraviesa el país”, se lee en el texto. Y continúa: “Ese dinero debería destinarse a lo urgente, mejorar las condiciones de los trabajadores, apoyar a las víctimas, fortalecer la fuerza pública y financiar políticas sociales que beneficien a quienes más lo necesitan. De manera que recomendamos que el Senado de la República no vote la consulta, iniciativa equivocada e ineficiente”.
Antes de que inicie el debate, contando los votos más o menos asegurados a favor, el Gobierno tiene una ventaja que no es amplia ni definitiva, pero que podría ser suficiente. La mesa directiva del Senado determinó que la consulta era una ley ordinaria y por ende no necesita mayoría absoluta sino mayoría simple. Es decir, ya no son necesarios los 53 votos que buscaba hace unas semanas el Gobierno. Lo único que requiere ahora es lograr el cuórum y que el sí tenga más votos que el no. En principio, el Ejecutivo tiene asegurados los 20 votos del Pacto Histórico, 5 votos del Partido Comunes, 6 del Partido Verde, y 3 de En Marcha. La oposición tiene en principio 13 votos por el No del Centro Democrático, 11 de Cambio Radical, 15 del Conservador. La decisión entonces estará en los 13 del Partido Liberal, los 10 del Partido de la U y otras colectividades pequeñas como los partidos cristianos, que en las últimas votaciones no han apoyado al Gobierno.
Todos los senadores, además, tienen otro tipo de presión que favorece al Gobierno, y es la alta favorabilidad que ha tenido la consulta popular entre los colombianos, de acuerdo a las encuestas. Esto justo en año preelectoral, cuando las próximas elecciones legislativas son en marzo del 2026, y los votantes puede castigar o aplaudir a sus legisladores de acuerdo a como voten este miércoles.